miércoles, 18 de febrero de 2009

Reflexiones con Asrham

El mejor día de tu vida puede ser el peor de otro... Me aterra saber lo que te hace feliz, porque alguien tendrá que sufrir por ello.

Ves a la gente pasar... notas en sus miradas, en sus gestos, la indiferencia, la pasividad ante lo que pasa a su alrededor.

Eres solo uno mas entre la multitud, el trozo mas pequeño del todo; y aún así tienes ganas de seguir adelante; luchas aunque sabes que no servirá de nada, que nadie estará allí para... nada, para qué seguir si al final estas palabras no serán leídas por nadie, solo por ti mismo, porque hace que te sientas un poco mejor dentro de tu mediocridad.

Haces las cosas lo mejor que puedes pero al final siempre hay alguien que, esforzándose menos, las hace mejor que tú; y eso no tendría porque importarte, pero te hunde un poco mas; renuncias a cosas porque crees que es lo mejor... pero no vale la pena.

Te encierras en tu propio mundo para poder encontrar la respuesta a algo, no sabes a qué, pero lo intentas agarrar entre tus manos. Se te escapa, se va, se desvanece y te deja otra vez solo, impotente ante lo que se te escapa.

Y giras la cabeza con un gesto mecánico y no ves a nadie; volvéis a estar tu y tus pensamientos, que al fin y al cabo, te acompañan a donde quiera que vayas. Al final son ellos los que te dominan, ¿serán ellos la respuesta a lo que buscabas?



MävS
(Algún día de 2007)

martes, 10 de febrero de 2009

Conversación con la Luna

Oyes tu nombre a través del espejo y ves tu cara, a media luz reflejada en él. Unos ojos desconocidos te devuelven la mirada. Tu cara familiar y extraña reflejada en el cristal.

Continuas mirando a aquel rostro que un día rió, lloró y sufrió, buscando algún indicio que te permita descubrir quien eres, pero estás demasiado lejos de la respuesta... y no llegas a ver nada, aunque a veces los ojos engañan y parece que empiezas a vislumbrar algo; pero no hay nada, ese rostro que fue para ti alguna vez conocido, se aleja.

Pasas los días sentado frente al televisor como si él tuviera la respuesta de algo. Duermes, comes y descansas; la rutina te atrapa como algo que no puedes controlar... das vueltas en un círculo interminable que parece no tener salida; y los días se hacen largos y las noches eternas. Es un ciclo que parece no tener fin.

Tus días en los que tu única preocupación era qué habrá para comer pasaron, y fueron sustituidos por preguntas existenciales a las que nadie parece dar respuesta.

El único consuelo que te queda es el apoyo de unos pocos, aquellos con los que nunca renunciarías a nada y que pides, por encima de todo, que sigan ahí.

Ahora tu cama es un sitio incómodo a donde no quieres ir porque nunca sabes como te levantarás al día siguiente, pero a la vez tu único refugio para no enfrentarte a la realidad.

Y te quedas mirando... y no sabes quién eres.


MävS

(Algún día del 2007)